Ruta huracanada.

Por Francho.

Bueno amigos, sólo quedan 68 días para la gran cita de Paterna y me dispuse ayer a realizar otra salida para aumentar la carga deportiva de estos días. Antes de salir las agujetas en las piernas y la sensación de cansancio era bastante elevada, pasaría factura este estado.

La ruta salió bien salvo por el viento huracanado que nos castigo en la primera mitad del recorrido y que hacía muy difícil avanzar cuando no estabas guarecido. Un infierno en vida por momentos.

Quedamos Jesús (a partir de ahora ENQSMEM, El Negro Que Se Meó Encima Mía) y yo en casa de mis padres a las 19:30, tras montar la bicicleta de ENQSMEM y activar mi GPS empezamos la ruta tirando para Camas. Ya en el trozo en el que se va paralelo al río y sobre todo al cruzar este se intuía que lo del viento iba a ser un problema cuando nos soplase en contra. Cruzando por el carril bici que va a Camas nos encontramos a Cuberos y a un colega que iban hacia Simón Verde, nos invitan amablemente a compartir su ruta pero declinamos porque el nivel (todavía) no está a la altura.

Seguimos hacia Santiponce sin más problemas, mi primer miedo que era viento de cara en el trozo del polígono industrial no se realiza por lo que en esos momentos pienso que no va a ser tan duro el tema.

Una vez salimos de Santiponce tomamos la vía verde del agua y nada más perder el abrigo de las casas el viento se torna infernal, cuesta una barbaridad avanzar con las bicicletas y ENQSMEM pronto me deja atrás. Esta es la tónica general hasta que se llega al desvío que tira hacia las vías del tren.

Cuando llegamos a las vías paramos a descansar y comentar la primera parte de la ruta, ENQSMEM me confiesa que el viento le ha hecho sufrir, cosa que yo dudo porque ha ido realmente bien, mueve desarrollos bestiales, ha ido todo el rato hasta ese momento en plato grande... una barbaridad.

Decidimos finalmente asaltar la bañera. También en esta subida ENQSMEM me deja atrás a las primeras de cambio aunque mientras avanzo veo que le cuesta más subir, luego me confesaría que puso plato pequeño, algo que él no hace nunca.

La bajada y vuelta a casa la realizamos sin más novedad. Terminamos en la cervecería Macarena tomando un par de cervecitas y unos altramuces y comentando la jugada.

Conclusión: ENQSMEM está tela de fuerte este verano, se nota que le ha dado a los pedales. Yo por mi parte me vi mal la primera parte de la ruta, tengo que olvidarme de todo y tirar a mi ritmo, las piernas están muy cansadas y creo que ahora no es importante el ir más o menos rápido sino el ir acumulando kilómetros, 33 esta vez. ¿Estamos en pretemporada, no?