viernes, 15 de agosto de 2008

Estreno de los automáticos

Por Leni.

El otro día compré por fin los pedales automáticos para Locuela. Al final fueron unos mixtos (SPD-M324). Nada más comprarlos, estuve dando vueltas por mi calle probándolos y haciendo ajustes. En total recorrí unos 7 km, porque también aparecieron Cuberos y Nápoles por mi casa, que venían de una rutilla, y no me pude resistir a acompañarlos a Gines. La única anécdota destacable es que casi tengo mi primera caida en un cruce, porque se me olvidó desenganchar el pie de antemano, pero con dos tirones desesperados que di, pude apoyar el pie sobradamente.


Cuberos y yo programamos hacer la Ruta del Dragón hoy sábado, 15 de Agosto. El objetivo era acumular más km para las piernas sin mucho sufrimiento y estrenar oficialmente en ruta los pedales. El resultado ha sido una Ruta del Dragón con mentalidad de paseo, pero muy divertida.

Dejamos los coches en la Avd. de la Raza y comenzamos con la ruta sobre las 9:50 de la mañana. Recorrimos los carriles bici y pronto estábamos ya sobre tierra. Tras varios km recorridos, decidimos subir un pa ná con forma de tobogán para curiosear arriba y después bajarlo. Tengo muy buenas sensaciones con los pedales nuevos, aunque voy pendiente de cualquier queja de mis rodillas. Llegamos al ecuador de la ruta, al dragón culebroso. En él nos hacemos algunas fotos cómico-festivas de gran chunguedad, aprovechando la falta de público.

Decidimos darle algo de emoción a la ruta y nos metemos a investigar por el eucaliptal que hay allí al lado. El terreno por esa zona es algo más técnico de lo normal, por tener numerosas raíces, ramas y piedras en el suelo, aparte del manto constante de hojas de eucalipto que te obligan a ir pendiente del suelo para no tropezar. Subimos una cuestecilla en la que ambos tuvimos que echar pie a tierra a la mitad por una raíz que atravesaba, yo no volvería a poder iniciar la marcha hasta llegar arriba, con la consecuente frustración y cabreo.

Tanteamos un poco la zona, buscando una bajada guapa pero asequible. Encontramos una y baja Cuberos en primer lugar. Yo me sentía muy insegura por los pedales, no por el hecho de ir enganchada. La cuestión es que quería bajar con los pies en las plataformas, pero para ello primero tenía que atinar con el pie en el lado correcto (mirando el pedal) y la falta de práctica hace que tarde un buen rato en estar lista. Y allí no había espacio para ir sobre seguro. Consigo enfilar la bajada pero me derrapa muchísimo de delante y detrás, cojo una piedra de mala manera y casi me voy al suelo. Me doy un golpe en la rodilla, equivalente al golpe tonto en el codo. Vuelvo a subir hasta arriba y repito la operación. Esta vez bajo bien la primera parte, aunque derrapando mucho. Craso error al pararme antes de iniciar la segunda parte, porque volvemos al problema de poco espacio y me veo obligada a bajarla a pie, con un medio cabreo :D. Para desquitarme, subimos para bajar una cuestecilla corta pero empinada antes de salir de la zona. Nos comemos una barrita en la sombra fresquita e iniciamos la vuelta.


Pasamos por el tunel de la arena, en el que compruebo que he crecido desde hace dos semanas, porque rozo el casco con la parte de arriba. Las únicas subidas destacables las subimos a muy buen ritmo, con plato mediano (de sobrao), y en la bajada rápida he comprobado lo bien que se va con los pedales. Bajo entacá y ni me meneo con los baches, comparando con la experiencia vivida en esa misma bajada con los pedales normales, esto parece magia :D


Al llegar de nuevo al carril bici, nos encontramos con un amigo que ha prometido apuntarse a las demás rutas, e incluso no descarta hacer Paterna con nosotros. Nuestro amigo es verde, y es el reportero más dicharachero. Ya en Sevilla pasamos por el parque y nos vamos a tomar una cerveza/refresco acompañada de una tapita que nos sienta de lujo. Así es como hay que acabar las rutas :D















40 km y mi casillero de caidas está a cero :D Se que me caeré, lo que no se es cuando :D

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