martes, 15 de marzo de 2011

Subida al Puntal de la Raya

¡Buenas senderistas!

Aceptando el guante arrojado a mi cara por el talibán del Pepineitor en su comentario a la entrada anterior de la muerte en Aracena, la historia del talibán merece ser contada y se contará, me dispongo a contaros de forma breve la maravillosa ruta senderista del puente de Andalucía.

Rutón que nos marcamos el 27 de Febrero por la Sierra Gaditana, una de las rutas más bonitas que se han hecho a día de hoy por esta, nuestra, vuestra, pero tuya no, Sección Biciclista Pepineitor. En concreto fue la ascensión al Puntal de la Raya, dentro del macizo de la Sierra de Líbar con sus 1250m de altitud sobre el nivel del mar, ¿pero cuando mide cero el mar? Buena pregunta con una gran respuesta, absurda pero buena respuesta: como el «nivel medio del Mediterráneo en Alicante», más concretamente la línea de la placa de «cota cero» situada al pie de la escalera del Ayuntamiento de dicha ciudad.

Entre los dos chopos se encuentra nuestro destino, el pico más a la derecha desde nuestra posición de la sierra. Saliamos desde el Puerto de las Viñas a menos de dos km de la localidad gaditana de Villaluenga del Rosario, por primera y sin que sirva de precente comenzábamos bajando. El camino tenía un nombre corto y que en absoluto daba una explicación de donde venía y a donde iba, su nombre: "Colada de la plaza de toros por el puerto de las viñas, pilar de la venta y cerrillo de las encinas a la cañada real de los Bueyes" no coment...

Aunque el camino era en bajada en absoluto defraudé a los integrantes de la marcha de hoy, que por cierto éramos Laura, Oscar, Agustín, Talibán Ortega y yo un servidor de ustedes, recientemente bautizado como doctor Chesnut, conocido en pocos lugares y olvidado en otros como Jose Antonio Cuberos. Como os decía la bajada era una auténtica encerrona que nos hizo perder bastante tiempo, el terreno pese al desnivel era un pantanal y continuamente teníamos que ir saltando de piedra en piedra y haciendo eses para no enfangarnos, sinceramente la tragedia rozó mi mente, puesto que el tramo en absoluto fue corto.

Como se puede apreciar en las fotos el terreno carecía de piedras, lo que te permitía ir disfrutando del paisaje sin miedo a un esguince triple de tobillos, sí tobillos.

Íbamos por una colada de unos 16metros entre pinos, con vistas a la Sierra del Endrinal y del Caillo a nuestra espalda.

En esta zona se veían muchas cabras, ovejas, carneros y vacas, incluso la conocida cabra Payoya, bautizada como oveja Poyeya por un servidor, y eso siendo de la extinta E.G.B.

En la siguiente foto vemos cimas que forman parte del pasado...

...y en esta la cima que formaba parte de nuestro futuro más cercano, aunque como casi siempre al ser la primera vez no lo sabíamos aún.

Cogimos el último día de buen tiempo, y en mangas cortas se estaba de escándalo por la sierra, pese a tratarse de un terreno favorable. Aquí podéis ver a dos especímenes de una especie condenada a la extinción, el Homo Pepineitus, los dos últimos de su especie, el que escribe al menos es macho, el otro más negro no se sabe, pero vamos que no habrá reproducción por parte de ninguno y por lo tanto no habrá descendencia, estamos condenados, que le vamos a hacer.

Esta foto me encanta, te demuestra una vez más que no somos nada en la sierra, como mucho un puntito a lo lejos, imresionante esa pared.

Estamos en el extremo suroeste de los Llanos del Republicano y el terreno es completamente llano y sin piedras, da gusto caminar, las ovejas vienen en nuestra búsqueda a balido perdido, los cochinos también, en este momento no me sé porqué pero me acuerdo de Jorge...

Sobre la camiseta de Agustín casi prefiero no hacer ningún tipo de comentario, pero gracias a Dios no había nadie en el campo (aunque también puede ser que huyeran de nosotros al verlo), en realidad si quiero hacer comentarios, comentarios por los que seré tachado de homófobo, pero por favor Piraaaata Agustín, así no se sale a la calle a menos que busques un cuarto de kilo de chopped jajajaja

Tras este leve aburguesamiento por los llanos, nos encaminábamos a subir la Sierra, y pronto descubrimos que nos esperaba una buena subida, por un terreno nada fácil...

..rodeado de animales peligrosos como este saurio...

...este escarabajo rinoceronte...

...o el cochino jabalí que vemos en el firmamento

El terreno kárstico impresionante nos rodeaba por todos lados, entre tramo de piedras nos encontrábamos pequeños llanos con terreno llano y fácil.

Aquí empezaba la subida buena del día, cuando el hambre nos atacaba a todos y la resaca hacía mella en alguno, haciendo de la botella de agua el mejor amigo del hombre. Por cierto el calor aptretaba bastante y nada más empezar a subir el sudor en forma de chorreo por la cara hacia acto de presencia.

Las vistas seguían siendo impresionantes.

Aquí vemos a una Laura que se comía los senderos con toda la sierra del Caíllo y del Endrinal a la espalda, sierras vencidas por ella en otras ocasiones.

Por esa cicatriz en los pinos veníamos desde el puerto de las Viñas que estaba en lo más alto del pinar.

La nube nos cubrió y el fresquito hizo acto de presencia, al fondo al sol y sombra los LLanos del Republicano.
En la subida vimos un rebaño de cabras montesas, y justo en lo alto de la cresta de la sierra veíamos al sur la Sierra de los Pinos entre las nubes y comprobámos que pese a estar a 200m de nuestra meta el camino se hacía durísimo, entre grietas y piedras cortantes al más estilo Garganta Verde por el camino Fail, y es que cuando creías que llegabas a la cima había otra más y así en varias, hasta que se veía a unos 50 metros el Puntal de la Raya, al grito mío de ahí está, Laura preguntó que cual era la cima en la que nos encontrábamos, al verle la cara de querer rendirse mi respuesta fue: La Cima de los Perdedores, a lo que el Orgullo Puma de Laura respondió con un extra de fuerza para levantar su estima esparcida por toda la cima de los Perdedores y emprender rumbo al Puntal de la Raya.

Por fin llegamos a nuestro destino, un montículo de piedras perdido de la mano de Dios en medio de la Sierra.

Las vistas desde allí eran impresionantes, lástimas las nubes que nos impedían ver el paisaje en dirección sur.

Después de la ya tradicional comida en la cumbre bien abrigaditos nos hicimos las fotos de rigor

Vuelta al puerto para emprender el descenso de la sierra por su cara sur, el camino hasta el puerto bastante incómodo, saltando entre piedras, con múcho cuidado de no meter el pie en ninguna grieta. Cada uno lo pasó como pudo, todo hay que decirlo.

El camino de bajada nos dejaba un buen sendero cargado de piedras entre encinas y matorral, ya se iba notando los pies y los tobillos cargaitos.

Las caritas iban mostrando el paso de los km, llevábamos algo más de la mitad de la ruta y eso se iba notando.

Por fin Agustín se tapó, todos lo agradecimos jajajaja

En esta primera zona de bajada tuve un pequeño percance cuando me clavé una rama en la suela de mis botas "nuevas" a las que como bien dije le pueden quedar dos añitos más, además tras introducirle unas mejoras como los nuevos agujeros de ventilación y la suela zasss que me resbalo no las voy a tirar. El caso es que tras las labores de deforestación de la zona, una rama había quedado cortada como un punzón y sin darme cuenta la pisé, atravesandome la bota hasta llegar a la planta del pie, la verdad que me acojoné, por mucho que digan los cuatro perros que me acompañaban que era una nenaza.

También vimos varios pinsapos, que de nuevo están intentando reintroducir en esta parte de la sierra, tras su desaparición no hace demasiados años.

El sol ya estaba cerca del horizonte y su luz producía unas sombras espectaculares sobre la sierra del Endrinal.

Tras una pequeña subida, empezamos una divertida bajada, donde ya los tobillos empezaron a decir basta ya, y es que pareciamos la modelo que sufre 20 ó 30 esguinces de tobillo en 3 segundos, si no la conocéis la podéis ver aquí, si la S.B.Pepineitor tuviera TV contrataría a los dos periodistas cabrones jajajaja

Por fin llegamos a los llanos del Republicano, lo que fue un alivio para nuestros pies, aunque también hay que decir que la tragedia nos rozó cuando comprobamos que lo que parecía un suelo firme estaba saturado de agua, casi sufrimos una encerrona final como colofón a tan estupenda ruta, la sombra ya casi nos cubría, espectacular la zona.

Aquí las ganas de llegar de unos se enfrentaban a las fuerzas de otros, produciéndose una separación que se vería aumentada en la cuesta mortal que nos quedaba desde los llanos hasta el puerto de las Viñas, y es que la pista estaba hormigonada en varios puntos para hacer posible el paso de vehículos, esto fue lo que nos abrió definitivamente las ganas de tomarnos unas cervecillas.

Ya desde el puerto pudimos ver, ahora con seguridad, el Puntal de la Raya, nuestra cima de hoy, tras 17,20km y 8:12 horas de fantástica ruta, creo que casi todos estamos de acuerdo en que ha sido una de las mejores rutas realizadas, que no han sido pocos ni fáciles, esta para mí ha tenido la dureza justa, un tiempo bastante bueno y unas vistas alucinantes, además era la primera incursión en esta parte de la sierra, y desde aquí os decimos que no será la última, entre otras cosas prque yopongo las rutas y ya le he echado el ojo a varias por la zona.

Como colofón unas cervecitas en Grazalema acompañadas de buena gente.

Desde aquí os animo a visitar el blog de m@nuel que lo encontraréis aquí o en el lateral de nuestro blog, de él saqué el track de la ruta, y en su blog podréis aprender multitud de cosas, yo lo recomiendo.

¡Nos vemos en Bajo de Guía el Domingo! (Esta vez sobre las dos ruedas)