El día que anduve hacia atrás

(Por José Antonio)

Buenas Biciclistas

Pues ayer por fin volvimos a salir juntos Francho y yo, decidimos tirar por el río dirección Gelves, donde pudimos comprobar la fuerza del viento que nos hacía llevar un ritmo de paseo con esfuerzo de puerto de montaña.

Justo antes de llegar a Gelves atravesamos la primera urbanización que sale a nuestra derecha y tras cruzar la autovía subimos a Simón Verde por el camino de la cornisa, una subida cortita pero durilla, por una zona de vegetación algo particular para lo que nos muestra el Aljarafe.

Decido volver a Gelves por la zona de senderos que queda a la izquierda de dicha subida, donde Francho muestra que es un crack y no le tiene miedo a nada, yo sin embargo en algunas zonas decido poner pie a tierra por miedo de hacer caida tronco con despeñamiento.

Volvemos al camino de la cornisa que nos lleva a Gelves, por donde nos encontramos con papá Richard y su escopeta, enseñando a delinquir a su pequeño bastardín.

Bajada de Gelves en dirección al parque, para hacer la subida por el parque a Simón Verde que aprendí en una Ruta de la Pringá con los hispabikers, subimos a buen ritmo, con lo que quedo gratamente sorprendido por mi acompañante que en todo momento estuvo al nivel de lo que se espera de un miembro del Pepineitor.

Volvemos al cementerio de Gelves y de ahí atravesamos Simón Verde en dirección al pueblo de Ortega, donde afrontaremos la última subida del día, corta pero que se nos atraganta un poco antes de llegar a Palomares.

De ahí volvemos a Gelves por el camino de la fuente donde nos cruzamos con el hermano chico de Ortega que está entrenando en la sombra como su hermano, esperamos que se una a alguna de nuestras salidas en un futuro, y ya con el viento a favor y casi sin esfuerzo llegamos al puente que cruza para el charco de La Pava, donde ocurre el gran momento del día, como casi todos sabréis hay dos formas de bajar del puente al camino del río, bordeando la casetilla de Emasesa donde vive el Penumbra (esto no es coña, vive ahí) o tirarte por el sendero que está justo cuando termina la baranda del puente, pues bien yo quise demostrar que había dos formas de subir también, craso error, jajajajajaja intenté subir por dicho sendero y cuando solo me restaban un par de metros la bici se para y empieza a descender marcha atrás y yo sin poder poner los pies en el suelo y sin poder frenar, baje la cuesta de espaldas aguantando el equilibrio y sin caerme hasta que llegué abajo del todo, para asombro y regocijo de Francho y de la novia del penumbra, si no lo veo (en este caso no lo sufro) no lo creo, al final tengo un pequeño golpe en la parte trasera de la rodilla izquierda, pero vamos para habernos matao, como dijo la filósofa "VAMOS QUE LA HE LIAO PARDA".

Al final rutilla entretenida con alternancia total de terreno y que vale como piedra de toque para la gran ruta de este Sábado, el conocido Guillenazo.

Recordamos para los que no lo sepan, entre ellos quizás el mismo Francho, que la lectura de la crónica del Guillenazo relatada por Leni fue lo que llevó a Francho a comprarse la bici, así que veremos como es tratado el Sábado.

Nos vemos en los caminos.