miércoles, 21 de abril de 2010

Mini-encerrona de Cuberos o DragónXtrem

¡Buenas biciclistas!

Después de la palicilla del domingo tenía ganas de volver a coger la bici para no oxidarme como ella, así que le propuse a Cuberos hacer el martes por la tarde una rutilla tranquila de unos 30km más bien llanita... Elegimos hacer un Dragón y pensábamos hacerla pública para nuestros amigos de LaPringáBTT, pero menos mal que no lo hicimos: en el último momento me acordé de que mi bici seguía sin frenos desde el domingo, así que había que arreglarlos antes y no era posible concretar una hora de salida.

Así que a las 4 de la tarde monté la baca en el coche, subí la bici y me dirigí a casa de Cuberos. Pensábamos que quizá tensando los frenos podríamos apañarlo, pero la bici seguía sin frenar lo más mínimo, y de locos nos fuimos hasta la tienda de bicis más cercana, pasando yo los primeros momentos de terror del día cuando nos acercábamos a un cruce y se nos olvidaba que no frenaba jajajajaja. En la tienda le compré unas pastillas BBB y en la misma puerta se las cambiamos en un periquete. Me dijo Cuberos que las probase y en la primera frenada casi me caigo de la bici jajajaja.

¿Por qué no frenará mi bici...?

Cogimos por el carril bici hacia Alcalá, no recuerdo muy bien el recorrido pero sé que pasamos por la carretera Carmona (donde Estevez desde una furgoneta nos pitó y llamó globeros! jajaja), por Santa Clara, por el Palacios de Congresos, por el Guadalpark, por Torreblanca y ya enlazamos con el camino del Realeje, que va paralelo al Guadaira y ya habitual de la ruta del Dragón. Aquí nos encontramos con una trampa mortal, un regerito de agua con algo de barro que pasó en primer lugar Cubo y casi se queda clavao en el profundo agujero de barro que se escondía tras esa apariencia inocente, yo ya iba sobre aviso pero creo que me salpicó la mierda hasta la cintura jajajaja (¡sus muelas!).

Poco a poco ya estábamos en el puente del Dragón y Cuberos me preguntó "¿Hacemos un poco de Retama?" con un tono que no aceptaba un "no" por respuesta. La verdad es que ahora ya sé que la Retama es un lugar que desconozco por completo, yo solo conocía algunas cuestecillas cortas y demás. Así que... cruzamos el puente del Dragón y comenzamos con la primera bajadita, muy corta y muy empinada (una maldita pared según pude comprobar después). Este fue otro de los sustos del día, me tiré justo detrás de Cuberos sin saber donde me metía, y cuando ya estaba encarando la bajada ví la pendiente que tenía y solo me quedó encoger el ojete y agarrarme fuerte al manillar, bajando metí un grito del subidón que me dió y una mujer que pasaba por allí se rió de mi (normal... yo también me habría reído). Según me dijo Cubo es la cuesta donde el Warrior se cayó delante de todos los Hispabikers.

Tras esto fuimos en busca de mi trialerita de subida preferida, en la que se volvió a demostrar que me meo en todos vosotros porque Cubo se confió con el desarrollo (según él) y tuvo que poner pie mientras yo le adelantaba cual cabra por su casa. Después de esta exhibición de calidad por mi parte fuimos en busca de una subida larga que llevaba a la parte de atrás de la Retama, lugar desconocido por mi. La subidilla me sacó los colores y ya casi arriba tuvimos que poner pie los dos a la vez por culpa de un bote en dos piedras primas hermanas. Nos volvímos a montar y terminamos la subida. Bajamos entonces por una zona llena de piedras, ramas y rajas bastante técnica pero asequible según mi opinión, aunque Cuberos decía que estaba algo mejor que la última vez.

Desde allí, en la otra punta del eucaliptal fuimos en busca de una bajada con una curva muy chunga y con el terreno muy roto que bajé montada por puro orgullo, porque cuando vi por donde había que meterse pensé sinceramente que estaba loca der tó. Atravesamos la Retama entera por un minisendero a mitad de altura de las cuestas que dan hacia el río. Cada vez que había que atravesar una raja cruzaba los dedos, apretaba fuerte e intentaba no mirar la caída que había a nuestra izquierda (una buena hostia). Llegamos de nuevo al extremo de comienzo de la Retama, Cuberos se fue por una cuesta más grande y yo bajé por la que hay al lado de la trialera de subida, y una vez abajo salimos de la zona. Pero no sin antes volver a bajar la cuesta del principio, ¡la cuesta del grito!, me gustó tanto que subimos para volver a bajarla de nuevo, esta vez ya sabiendo donde me metía.

Me veía bien, así que tiramos hacia el parque de Oromana, zona totalmente desconocida para mi y que me encantó. En busca de la fuente pero sin tomar el camino directo, fuimos culebreando por senderos en los que sufrimos varios sustos: el primero al montarme en la bici en una bajada, se me enganchó el culote en el sillín al montarme y casi caigo del lado donde había enganchado el pie al pedal. El segundo tras una bajada rapidita, que acababa en un banco de arena largo y bien rellenito... que la bici te empiece a hacer la culebra a esas velocidades es toda una experiencia...

Y sin más contratiempos llegamos a la fuente, recargamos agua fresquita y comenzamos la vuelta a casa, la cual hicimos por el camino habitual de vuelta de la ruta del Dragón (por el camino de la Retama hacia la Pablo Olavide) ya con el sol poniéndose. Desde allí al centro de Sevilla en busca de un kiosko donde gastar los 3€ que llevábamos encima, que parece fácil pero hay que esquivar los sitios con colas interminables y los ladrones que intentan clavarte 1,50€ por una lata de refresco.

Acabamos en la plaza de Pilatos con un par de latas y un paquete de papas fritas que nos supo a gloria bendita, con 45km en las patas y muy buenas sensaciones. Tiramos después hacia casa de Cubo (un par de kms más), y ya a cambiarnos y a darnos un buen banquete de pizza barbacoa, que es lo que pega! jajajaja. Pues buen estreno le he dado a las pastillas de freno y se confirma que he mejorado porque tras 47km con subidas cortas pero fuertes tengo cero molestias, tan solo un poco cargadas las piernas y sobre todo ¡los brazos! (se nota que no estoy acostumbrada ya a este tipo de terreno con subidas y bajadas técnicas). Y aunque lo haya aguantado decentemente, no deja de ser una encerrona made in Cuberos, porque la idea eran 30km light jajajaja.

Os dejo el perfil de la ruta, que tiene más dientes que el lobo.


¡Nos vemos en las encerronas!

3 comentarios:

José Antonio Cuberos dijo...

pues sí la verdad que el día d ayer estuvo muy bien, faltó haber cocgido mi coche que ayer cumplió 20 añitos de nada.

Se te ha olvidado la última cuesta antes de salir de Alcalá, que pareció a la derecha y era toda de piedras sueltas, como bien dijiste la subimos al 50% de rendimiento de pedalada, una para tí y otra de derrape.

¡Viva la Retama!

Leni dijo...

Jajajaja es verdad, esa subida tuvo toa la maldad!

Unknown dijo...

y yo mientras en la feria vestida de lunares... seré masoca!