domingo, 25 de octubre de 2009

Crónica paterna 2009 (el del pijama)

Paterna por Jorge


Nos levantamos temprano, muy temprano tanto que ni me acuerdo. Objetivo de ese madrugón… ir a Paterna donde tendría lugar nuestro evento deportivo del año.

En la puerta de mi garaje Jesus y yo cargamos las bicis con toda la ilusión del mundo y nos pusimos rumbo a la zona de quedada donde nos encontraríamos con Jose y Elena. Jesús lanza un comentario casual acerca de su número de dorsal y caigo en la cuenta que le mío se me había olvidado, empezamos bien. De vuelta a casa a por él.

Bueno, ya con todo el equipamiento vamos a la zona de encuentro y sin mucha dilación seguimos hacia paterna. Llegamos aparcamos y que toca… montar las bicis. Todo perfecto, como anécdota, Jesús no cerró bien la mochiagua y… guantecito mojado.


Bueno vamos a la zona de salida, aquí los nervios se hacen patentes. Muchas personas eso es lo que había muchas. Jajaja. Ya en ruta todo muy bien, al principio por el frío o por no calentar o vete a saber que… el cansancio en las piernas aparece y todavía no habíamos empezado como quien dice, menos mal que solo fue un ratito y la sensación desapareció.

Rodamos por caminos, la verdad que muy chulos. Pero a mi gusto la gente, mucha gente, por todos lados hacia que uno no pudiese ir a gusto.

Yo siempre fui a remolque de Jesús que llevaba para mi gusto un ritmo en el cual no me sentía cómodo tal vez un poco forzado. El cansancio se hace patente en el segundo avituallamiento alrededor del kilómetro 40, tras pasar por miles de cortafuegos y terreno en el que uno tenía que dar todo de si, descansamos un poco. Allí nos encontramos al miembro más grande del SB Pepineitor, si Elena eres tu, la cual nos engrasó las cadenas y nos dio ánimos para continuar. Francamente llegamos allí un poco muertos (al menos yo).

Después llegó una de las zonas que mas me gusto en la que Jesús y yo fuimos como flechas, con algún que otro saltito guapo (involuntario 100 por 100). Un poco de llaneo y… ahí esta ya el Pinguete. Jesús subió como un toro, y eso que le había dado un tirón unos kms antes, yo subí tranquilo a mi ritmo, al llegar arriba nos volvimos a encontrar con nuestra suporter que nos estuvo animando. Aquí yo me bajé de la bici a los dos metros de terminar, creía que ya había terminado todo, pero no quedaba unos metrillos más, jajjaja.

Ahí termina nuestra hazaña con las bicis.


Momento a destacar la subida de Cubo al Pinguete, estábamos allí todos ansiosos por ver aparecer a nuestro compañero que hizo la larga, el tio la subio como un campeón y al ritmo del finalcountdown. Sin palabras no se puede decir nada.


Luego la comida estuvo bien, muy rico los filetitos sobre todo, y en cuento al aparcamiento de bicis, el sitio aquel para dejarlas… Me cago en sus muelas me devolvieron la bici con el cuadro arañado por la zona de la horquilla y con el cable del freno medio arrancado. Menos mal que encontramos las presillas del cable.

Pero bueno quitando esta pequeña incidencia… todo muy bien.

1 comentario:

José Antonio Cuberos dijo...

¡Qué grande eres Jorge!

Me hubiera gustado veros llegar al Pinguete, y no te preocupes que en breve haremos una ruta por la zona pero sin gente.

Mucho Pepi.