Mogollón de biciclistas

Las salidas tranquilas también se merecen sus crónicas aunque sean más resumidas y aqui estoy yo para remediar esa situación. Dos salidas tranquilas y a ritmo de paseo que nos marcamos el Sabado 16 y el Domingo 17 de Enero.

La primera de ellas fue una concentración del foro de Tussam de bicicletas, nosotros salimos de Sevilla y la salida fue desde el Decathlon de Alcala de Guadaira, gran cantidad de biciclistas.



Habiamos quedado con unos paisanos de Espartinas de Cuberos que se unian también a la marcha.



Nada más empezar Cuberos rompio su cable del cambio y tras algunos intentos infructuosos de arreglarlo se tuvo que conformar con ir a plato grande y penultimo piñon, nunca unas piernas se movieron tanto para avanzar tan poco jajaja, como Cuberos es miembro fundador de la S.B Pepineitor eso de volver a nuestras casas no estaba contemplado y aguanto como antes he comentado.

El camino bastante destrozado, las lluvias habían hecho su efecto y algunos tramos del camino ni siquiera existian. Hubo pinchazos repetidos y comprobación de que el pitorro gordo siempre es lo mejor.





Pues paseillo alrededor de Alcala y algun repechito y despues de eso ya nos dirigimos de vuelta, como era muy temprano y no daba para llegar a la hora de las cervezas los integrantes del Pepineitor decidimos hacer unas cuantas subidillas por la Retama, la verdad es que el paseo por aquello zona estuvo bastante bien, aunque una vez más este que esta aquí dio muestras de su habitual canguelo.




Decir que justo antes de empezar la retama Jorge hizo una de sus increibles maniobras biciclistas cayendose delante de otro grupo ciclista, jajaja no pudo estar peor escogido el momento de su caida. Los chinos, la culpa siempre la tienen los chinos.



En la vuelta yo tuve la idea de escoger un camino que resultó en parte una trampa aunque la sangre no llegó al rio, al final del tunel había un pequeño barrizal y zona de agua donde se hundian los pies, eso provocó que a la llegada a montequinto tuvieramos que limpiar las bicicletas de barro una vez más, alli también pudimos ver como un niño limpiaba su limpia bicicleta.... todo un caso de estudio.



Aynsss es que me voy acordando de las cosas sobre la marcha, nos acercamos a comprar el cable de freno de Cuberos a una tienda donde estaba el niño que preguntaba demasiado, a la pregunta de porque no iba siempre con el tubo del agua en la boca se llevo un "a ti te gustaría tener siempre metido algo en la boca", puede que me cebara demasiado, pero pense que el chaval me hacia la pregunta con intención y no pude reprimirme.

El fin de ruta como siempre con unas cervecillas, en este caso con un cubito de botellines que sentaron fenomenalmente.



La segunda de las salidas tuvo lugar al dia siguiente, Domingo, se trataba de la ya clásica entre algunos grupos biciclistas de la Ruta de la Pringá, el itinerario bastante facil, Gasolinera de la Raza hasta la barcaza de Coria, desayuno Coriano y vuelta por Gelves paralelo al rio. Solo ibamos Cuberos y yo debido a los compromisos de Jorge con el Pepineitor Club de Futbol.



Poco que comentar, buen ambiente, ritmo de paseo, es decir, pasamos una mañana de lo más entretenida.

Por primera vez Cuberos y yo desayunamos en camino, creo que no repetiré, me corta demasiado y me cansa más, pero en fin, un dia era un dia, además en el desayuno nos hundieron la ruta de Sevilla-Sanlucar diciendonos que era fea fea muy fea, aunque de todas formas nosotros pensamos hacerla.

Destacar al hombre del aro, una institucion del Coria del rio, para cuando Paterna montado en ese artilugio?



En la vuelta decimos que subiriamos un par de cuestas de Gelves para hacer un poquito de piernas, buscamos posibles compañeros de desvio pero solos que nos quedamos, para llegar allí y dado que nos despistamos un poco y salimos los últimos del desayuno el tramo de Coria-Gelves lo hicimos a toda pastilla, ritmo infernal que pusimos, en mi caso dando todo lo que tenian mis piernas, jajaja fue muy divertido el ritmo a cara de perro que pusimos y dandonos relevos, por supuesto, y para que nadie se lleve a engaño aguante ese ritmo porque sabía que la distancia era escasa, un poco más y hubiera tenido que parar.

Pues nada, un par de subidillas aljarafeñas, que por cierto, con las piernas calentitas como las teniamos se subieron muy bien y no como el dia de los mantecados, ni punto de comparación, y vuelta a casa.



El fin de ruta como siempre con unas cervecillas en la cervecería La Grande, fueron mas de dos las que cayeron esa mañana.



Nada más que contar de nuestras salidas biciclistas, pero solo por ahora...