Aunque a estas horas los lectores de este blog no tienen ninguna duda al respecto, mi esperada participación (esperada por mí, principalmente) en la carrera biciclista de Paterna del Campo fue suspendida por una inoportuna gastroenteritis.
El miércoles me desperté extrañamente temprano, a eso de las seis de la mañana. Ya no volví a conciliar el sueño. Algo no iba bien.
A la hora del desayuno tenía un hambre atroz, me pedí la tostada más grande de la cafetería y antes de que llegara al plato fue engullida. Craso error.
A la hora de la comida mi malestar general era total. No tenía nada de hambre y la temperatura en la oficina ese día estaba cercana al cero absoluto (nota para los señores del colisionador de hadrones: no se gasten más en nitrógeno líquido para refrigerar, traigan el cacharrito a Telvent). Me tomé una mísera tapa de carrillada que, como dice mi amigo Luis, estaba un poquito mejor que la mierda.
Si no hubiese tenido un viaje a Madrid en ciernes, esa tarde me habría ido a mi casa. No podía.
Vino a cenar conmigo a casa Merce, yo estuve tirado en la cama decidiendo si suspendía el viaje o tiraba para delante. La segunda opción fue la que escogí. La responsabilidad me pudo,
En Madrid el jueves decidí comer poquito, una sopita y un poco de pescado a la plancha, por la tarde mi estómago estaba totalmente descompuesto. Cené un poquito de pasta y también salió corriendo de mi barriga. Esa noche comencé a plantearme la posibilidad de que la gastroenteritis me impidiese participar en la carrera. Me dí de plazo hasta la mañana del viernes.
El viernes por la mañana seguía enfermo. Sin desayunar nada, tenía que seguir yendo al baño, ya lo veía todo negro no había nada que hacer.
En el tren de vuelta a las dos teníamos la comida incluida. Yo no comí porque decidí esperar a llegar a casa y comer un arroz. El arroz me sentó bien.
Esa tarde en casa de Merce hablé con ella acerca de la carrera. Necesitaba que alguien pusiera cordura en mi cabeza. Confirmó mis sospechas, pensaba que no iba a tener fuerzas y era cierto, yo estaba muy débil.
Me llamó Cuberos y le dí la noticia, le jodió una barbaridad y eso me jodió a mí pero también me gusto. El Pepineitor es un bloque, si uno cae, caen todos... que grandes somos...
Finalmente no corrí la carrera, en mi lugar Víctor hizo un papelón como ya habéis visto. Al menos alguien disfrutó, me alegro por él.
Sólo quiero pensar que ya queda menos para Paterna09 y que allí iré mejor preparado y con el 100% de fuerza. Allí el Pepineitor volverá a estar unido y realizaremos la ruta larga.
2 comentarios:
Sí señor se te echó de menos en todala ruta, y continuamente nos acordamos de tí.
Pero como bien has dicho el año que viene volveremos, la entrada se podría llamar Pepineitor returns.
D todas formas podemos hacer la ruta corta cuando quieras, tendremos que modificar algo, pero la podemos hacer.
Yo estaba muy ilusionada con que hicieramos la carrera los tres juntos. Ya sabes que desde que decidiste unierte a la parte activa del S.B. Pepineitor, yo lo vivo con ilusión. La misma ilusión con la que te avisé nada más encontrar un dorsal libre para Paterna. Fue un gran palo que no pudieras venir :(
Durante toda la ruta estuviste en nuestra cabeza y en nuestro corazón, junto con el orgullo puma.
Paciencia, que Paterna 2009 ya está aquí, y no solo eso, sino que habrá otras carreras antes seguramente. Y recuerda: Lo importante es disfrutar de la chunguez en cada ruta!
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