Mogote Xtrem o como Ortega se convirtió en un hombre

¡Buenas Biciclistas!

De gesta épica o EPOPEYA como diría el Sapo, se puede calificar lo acontecido este Sábado en el cuadrado formado por Coripe-La Muela-Algodonales-Navalagrulla, donde nuestro compañero Jesús a pasado de ser un ciclista mediocre y del montón a convertirse en un auténtico killer de la pendiente.

La mañana del Sábado como todas últimamente comenzó muy temprano y en la puerta del garaje de Jorge, esta vez éramos solo dos los integrantes de la S.B.Pepineitor que acudíamos a la cita al estar Jorge en modo Karate y resentido de su muñeca (por un balonazo mal pensados). Bueno pues a las 7:50 teníamos las bicicletas cargadas en el C4 y poníamos rumbo a la estación de la Vía Verde de la Sierra en Coripe, pueblo de la Sierra Sur Sevillana.

Antes de las 9:15 ya estábamos Jesús y yo listos para el pedaleo, la "suave" temperatura de 8ºC que nos acompañó en el camino se convirtieron en unos gélidos 3ºC en apenas 500m, así que imaginaros la carita que llevábamos. Una vez el grupo de 4 formado por los Hispabikers Adwin, jo6antonio y por Jesús y yo estuvimos listos, cogimos dirección Olvera por la Vía Verde, el dolor de manos que llevábamos Jesús y yo con los guantes de verano queda para nosotros, decir que creo que nunca he pasado tanto frío en las manos, el dolor era tal que prefería que me las cortaran, no podía apenas cambiar y por supuesto nada de fotos, pero en menos de 2km dejamos la zona umbría por la que circulábamos para adentrarnos en el solecito invernal, que unido al abandono de la vía verde y a la entrada en un camino con unos repechos cortos pero intensos hizo que la escarcha se fuera derritiendo a nuestro paso.

La zona siempre picaba para arriba entre matorral de monte bajo, se vio algún conejo y se escuchaban perdices y tiros, cancela tras cancela íbamos subiendo, debido al frío los abductores de Jesús le causaban molestias y estaba asustado, los míos los notaba raro también, pero pronto decidieron dejar de doler, sabían que no pararíamos aunque se rasgaran. Íbamos por un terreno en buen estado, en algunas zonas un poco suelto y roto, atravesando diferentes explotaciones ganaderas de bovino, ovino, caprino y porcino, teniendo que ir con mil ojos para evitar las heces (mierdas de bicho) no fuera que la fuerza centrifuga con la que la rueda las lanzaba nos diera un desagradable desayuno.

Jesús con el Mogote de fondo.

Nuestro camino discurría por el tradicional camino rumbo al Mogote, pero poco antes de llegar a la carretera que nos llevaría a La Muela, pedanía de Algodonales, cogimos un camino que nos llevaría a ascender el cerro del Calvario por un camino de poco uso, por no decir ninguno, con un terreno suelto de terroncitos de tierra, piedras del tamaño de pelotas de tenis y una considerable pendiente, acentuando su dificultad la presencia de alguna grieta producida por la escorrentía.

Para mí esta zona es una de las que más me gustan, además de ver como he evolucionado en el ciclismo en estos últimos meses, ya que la subí sin poner pie a tierra salvo en un momento, pero solo fue un apoyo, mis tres acompañantes la subieron también de auténtico lujo, y eso que Jesús no podía meter el piñón grande porque su cadena se salía, demostró que con paciencia y saliba se la metió el elefante a la hormiga, y poco a poco subió sin apenas problemas que reseñar.

Desde lo alto de la cumbre se podía ver Olvera y la sierra del Terril y el Peñón de Algámitas, el día estaba bastante despejado y el fresco era compensado con el gran esfuerzo que estábamos realizando para subir. Ahora tocaba una breve bajada, pero que había que poner todos los sentidos y un sendero tipo campo a través que nos dejaría en La Muela, con apenas 15 km en el cuerpo ya se puede decir que la ruta merecía la pena, no se si Jesús estará de acuerdo conmigo pero el hecho de hacer esta parte ya demuestra que estaba un par de peldaños por encima de su nivel en verano.

Una vez en la muela paradita para recargar agua el que quiso y rápidamente ponemos rumbo a nuestra meta del día, la ascensión al Mogote. Qué comentar de la subida al Mogote que ya no comentara la vez anterior, es algo duro y exigente, aunque ya he localizado algo nuevo que le echa la pata encima. El Mogote son 10km a una media del 6,5% con unas rampas muy duras y hormigonadas para que los coches que suben para saltar en parapente y ala-delta puedan traccionar bien, superando en esas rampas el 20% de pendiente, Jesús sabía que lo iba a pasar mal y yo sabía que lo iba a pasar mal, pero tengo que decir que me sorprendió muy gratamente. Tras arreglar el problema con su piñón grande, y darle algunos datos de la subida, decidimos que haríamos una parada tras los cinco primeros kilómetros, los más duros, nos tomaríamos una barrita y seguiríamos con la subida.

Y dicho y hecho, empezamos a subir poquito a poco pero con un ritmo sostenido, quizás un pelín alto para Jesús, aunque muchas veces era él el que ponía dicho ritmo, jo6antonio siempre un pelín atrás calentando motores, siempre con su sonrisa, en un plis-plas nos encontramos haciendo el merecido descanso, momento en el que nos adelantó un cohete tierra-bici que subía como un poseso ¡qué miedo!, al poco un grupo de www.kafre.es , unos auténticos máquinas subiendo y bajando, y por último o entre medio de ellos una chavala que subió corriendo más rápido que nosotros en bicicleta ¡para coger la bici y quemarla en el acto!

Bueno tras la breve "parada-avituallante" nos dispusimos ya los cuatro juntos a afrontar los últimos 5km, hasta el kilómetro 8 de subida nada destacable salvo que se me salió la cadena en el último tramo hormigonado y casi no puedo arrancar del pendientón que había. Pero a parir de este momento cuando la pendiente se convertía casi en falso llano Jesús empezó a petar, eso sí a falta de 2km y en la parte fácil, pero el cansancio acumulado en la subida y sobre todo en la parte anterior a La Muela hicieron mella en nuestro bravo integrante, aún así no se quejó en ningún momento y con ritmo cochinero llegamos a la cima, donde había más gente que en el mercaillo del Charco de la Pava, casi todos guiris con pinta de surferos (surferos y parapentistas tienen igual pinta)

La cara de Jesús era un poema que medio se solucionó con el bocadillo de jamón que llevaba yo y su lata de acuarius, pero en ese momento yo sabía que el no bajaría por la trialera, el se enteró uno media hora después.

Las vistas de la sierra de Grazalema, Zahara de la Sierra, El Gastor y Olvera eran impresionantes como podéis ver en las siguientes fotos, nada más que por esto ya merece la pena el esfuerzo, por lo menos desde mi punto de vista.

Tras el breve descanso dimos una vuelta por este Mogote o meseta en busca de la famosa trialera XL, Jesús ya se enteró de que su estado de forma no le permitiría afrontar el sobresfuerzo que requiere esa bajada, así que con buen criterio decidimos bajar por la misma pista que habíamos subido, así Jesús podría recuperarse un poco y ya abajo decidiríamos que hacer, si continuar con el Mogote Xtrem o volver al coche.

La bajada lejos de ser algo que permitiera un descanso nos dejó el cerebro licuado debido al rizado que producen los coches, pero eso de bajar durante 8km (durante la vuelta perdimos 2km de descenso) sin apenas pedalear y frenando para no volar por el acantilado fue una nueva experiencia en mi vida ciclista, una vez abajo le propuse a mi acompañante tirar para La Muela comernos un buen bocata, eran la una de la tarde o así, y volvernos al coche, pero como todos sabemos ante la adversidad los miembros del Pepineitor se crecen y Jesús tomó la opción difícil, tirar dirección Olvera hasta el punto de encuentro con los armaos de la macarena.

El estado de Jesús podemos decir que era prácticamente lamentable, pero el tío ya recuperado se puso rumbo por "camino" rompepiernas hasta Zaframagón.

Pero en este bonito paraje rodeado de matorral donde pudimos poner a prueba nuestras dotes endureras, Adwin y un servidor nos dejamos llevar por un sendero de vacas camino de la nada, muy bonito pero que pagamos subiendo posteriormente en busca del camino perdido teniendo que andar debido a la pendiente y a la densidad de matorral.

Y de repente en una subida escuchamos el canto del Espino, ese ser que escondido en el terreno espera acechando nuestras ruedas y dejándolas sin una gota de aire, en este caso la dejó sin una gota de nada, ni que hubiéramos matado a Predator en medio del monte, de nuevo se demostró la utilidad de las cámaras Slime como maquillaje para películas.

Cuando parecía que todo el pescao estaba ya vendío apareció los tramos made in jo6antonio, ya decía yo que habíamos abierto mucha cancela pero no habíamos sido asaltavallas hasta ese mismo instante, en cuestión de 200m nos saltamos dos, con un pinchazo de mi parte por medio. Llegados a un punto decidimos tirar por un "senderito" que había a la derecha, en este momento Jesús reía por no llorar como podéis ver en la foto.

El sendero nos llevó a un sembrado verde con el peñón de Zaframagón al fondo, aunque parecía que ya estábamos al final nos quedó un tramito de arena con su correspondiente vallita y el posterior vadeo del Guadalporcún, con ese tonito que solo saben dar las aguas fecales, aún así y pese a todo tras un arenoso sendero llegamos a la Vía Verde.

La verdad que casi no nos lo podíamos creer, por desgracia todo lo bueno se acaba, Jesús veía el final de la encerrona y puso ritmo infernal en busca de la Cerveza Perdida, mientras jo6antonio y yo elucubrábamos sobre posibles rutas dirección Morón, creo que la zona merece mucho la pena.

Los datos técnicos de la ruta están a continuación :

Las impresiones de la post ruta son que esta ruta es para hombres, para hacerla con tiempo disfrutando de la belleza del entorno y sufriendo, una ruta que tuvo de todo pero sobre todo una compañía de lujo y un Gran Amo que nos mostró el camino a seguir, gracias Jo6antonio por tu forma de entender el ciclismo y hacernos partícipe a los miembros del Pepineitor de esta magnífica ruta.

Por cierto la maquinaria de ENCERRONAS ya tiene una nueva ruta preparada solo diré una cosa 5km al 10% de media, el día menos pensado empezaremos a subir y vosotros diréis cuando termina esto, ya sabéis la respuesta tras 5km.

Con que disfrutéis de la crónica solo la mitad que yo en la ruta me daré por satisfecho y ya sabéis, Mogote Xtrem volveremos con Jorge y Leni.

Nos vemos en los caminos.