viernes, 4 de septiembre de 2009

Vacaciones en Zahara (1ª Parte)

¡Buenas Biciclistas!

Después de echar un vistazo a todas las fotos que hice en verano me he dado cuenta de que tenía más trabajo del mucho que ya sabía que tenía para contaros, así que no se muy bien como desarrollar el tema, me imagino que lo haré en varias entradas o lo mismo me aburro antes y lo dejo, ustedes los viereis.

Deciros que casi todos los días he salido con Felipe, que es un amigo de mi padre y alguno de sus hijos, casi siempre Ramón (15 años), uno de los días vino mi padre también.

Del primer párrafo a ahora he decidido contaros las vacaciones por salidas.

1ª Salida: Atlanterra alto de Bolonia y vuelta por el mismo sitio.

Esta primera salida era prácticamente toda por asfalto, excepto el camino que unía el faro de Camarinar con la carretera militar que subía a la sierra de Gracia, este camino en principio era de firma irregular con bastantes piedras y una pendiente respetable (algunos lo llamarían trialera, yo no) y continuaba con una pista en perfecto estado con una pendiente menor. Decir que esta parte en la que apenas llevabas 3km sobre la bici te dejaba las piernas finas para el resto del día.

Vista de la sierra en la transición del camino pedregoso a la pista.

Felipe, ahí donde lo veis lleva en bici apenas 2 meses y está hecho un torete.

Vista del mar en la transición del camino pedregoso a la pista.

Vista de la Sierra de San Bartolemé terminando en la playa de Bolonia.

Vista de la ensenada de Bolonia desde la carretera que une la general con dicha playa, a la derecha podemos ver el final de la sierra de Gracia, por donde habíamos venido. Decir que bajando a Bolonia con un viento fuerte de levante lo pasé muy mal debido a las rachas muy fuertes que te daban de costado, estuve apunto de talegar y decidí no pasar de 20, cuando justo antes sin pedalear me puse a 60km/h.

Vista de la playa de Bolonia desde el chiringuito donde desayunamos, donde unos personajes de polo Tommy y cuellos levantados pidieron un café americano y una tostada de pan de no se que mierda, el camarero que era más de campo que un terrón no se lo podía creer.

Volviendo para Zahara después de varios km de fuerte subida.

Cala entre Bolonia y la playa de los Alemanes.

La casa que descartamos para el alquiler porque no tenía ascensor.


Después de tanta bici siempre apetece un bañito y que mejor que darle una vuelta al búnquer de Atlanterra buscando zonas de buceo para cuando viniera Leni.

Esta ruta me sirvió de contacto con el terreno y la verdad que me gusta eso de pedalear viendo el mar, lástima que el ambiente no estuviera claro, privándonos de las vistas del estrecho.

2 comentarios:

Leni dijo...

Estoy deseando ver la segunda parte, figura!

Jorge dijo...

Curiosos los paisajes, muy chulos.